martes, 15 de julio de 2014

Camino a Linux: el Escritorio. Técnica de trabajo

3ª entrega sobre el escritorio informático. Pueden consultarse las anteriores entregas a través de la etiqueta "Escritorio Informático".

Trabajar con un escritorio no consiste simplemente en coger una hoja de papel y ponerse a escribir como un loco, salvo que seas el negro de un escritor de betsellers o redactes normativas para una administración pública. Cuando se habla del trabajo en un escritorio, siempre se deja en el aire el adjetivo eficiente.

Una tarea común en un escritorio es compilar información. Tal vez tengas que tomar datos de varias fuentes y ponerlas en una sola. Un ejemplo de estos sería una hoja de gastos. Creas un documento y dispones tres encabezados para otras tantas columnas, digamos:

Listado de Gastos

Fecha Concepto importe
25/10/1998 compra supermercado 2.500 pts.
25/10/1998 cine 1.000 pts.
26/10/1998 compra carnicería 2.500 pts.

Este es un ejemplo razonable de documento con datos copiados de otros documentos. En informática, es distinto de copiar documentos completos, como harían los copistas medievales. Copiar un documento, desde el punto de vista de la ofimática, es una tarea diferente y no relacionada con su edición.

Editar un documento es algo así como modificar su contenido para lograr el resultado requerido. Fotocopiar un documento, o copiar un fichero con otro nombre u otra ubicación no altera dicho contenido. Copiar es una forma sutil de edición: no modificas el documento donde copias información, sino el documento en el cual la copias, que puede ser el mismo o no.

Si no se ha trabajado con un escritorio, uno puede encontrar como mínimo extraño el uso de tijeras y pegamento para confeccionar documentos. Si a dichos útiles se añade una fotocopiadora, las posiblidades de edición son muchas. Puedes hacer una copia de un logo, recortarlo y pegarlo en la posición adecuada de otro documento, al cual añadirás información de otros lugares. Imaginad cómo confeccionar un folleto sobre cervezas: coges fotografías de las cervezas, las fotocopias con un tamaño más reducido, recortas las imágenes y las pones en cuadros a la izquierda del folleto. Para los textos, puedes aprovechar las publicidades que ten han enviado varios vendedores: recortas el texto que te interesa de cada publicidad, y lo pegas al lado de la imagen correspondiente. Una buena fotocopia, et voilà!!

Si una fotocopiadora puede ampliar mucho tus horizontes a la hora de crear documentos, un computador puede hacer mucho más. Por ejemplo, volviendo a nuestra lista de gastos, ¿por qué no puede el computador sumar las distintas partidas para ofrecernos el total, de forma que se actualice si cambio o añado alguna?

Otras tareas de edición habituales son la búsqueda de información y su reemplazo por otra. Por ejemplo, puedes tener una plantilla de gastos antigua, con los cálculos en Pesetas, y ahora lo necesitas en Euros. O tal vez de Dólares a Euros, o de Euros a Dólares. En cualquier caso, basta con ordenar reemplazar una moneda por otra. Ya está.

Copia y pega, que algo queda

Como es de esperar, estas opciones de edición forman parte de los escritorios informáticos desde el principio: ya por los 70 Xerox había implementado una forma de copiar texto entre documentos de texto.

En su implementación de Windows, Microsoft imitó el atajo Ctrl+c para copiar, propio de Macintosh. Hasta entonces, en ese y en otros sistemas era el atajo para parar un comando que estuviese en ejecución. Sin embargo, hay múltiples atajos para distintas aplicaciones y sistemas.

Cortar Copiar Pegar
Generic/Apple Command+X Command-C Command-V
Windows/GNOME/KDE control-X / May-borrar control-C / control-insertar control-V / May-insertar
BeOS alt-X alt-C alt-V
Acceso de usuario común May+borrar control+insertar May+insertar
Emacs control-W (para marcar)
control-K (hasta final de línea)
meta-W (to mark) control-Y
vi d (borrar) y (yank) p (poner)
X Window System
click-y-arrastrar para resaltar botón central del ratón



Por ejemplo, en Windows puedes usar los atajos propios de Windows o también los de usuario común; en KDE y GNOME, además de esos dos, también puedes usar los del Sistema de Ventanas X.

El hecho de que cualquier escritorio proporcione uno o varios mecanismos para compartir información entre documentos suele llevar a pensar que es una característica propia de los escritorios. Esto, por supuesto, no es así. Basta con ejecutar editores de texto potentes, como Vi o Emacs, para encontrar muchas más posibilidades que el modesto cortar/copiar-pegar.

El mecanismo en un procesador de textos como Vi se basa en disponer buferes, en los que el usuario va "colocando" los textos a copiar o cortar. Posteriormente, sitúa el cursor en el lugar donde quiere insertarlo, y simplemente lo "pega".

Por su parte, los sistemas gráficos suelen ser más potentes. Generalmente disponen de alguna forma para poder insertar en cualquier parte de un documento cualquier parte de otro.Digamos que lo que se quiere copiar se guarda en una suerte de "contenedor" para poder ser utilizado en cualquier otra aplicación que sepa manejar dicho contenedor. El protocolo de Microsoft para esto es OLE2, el cual es generalmente compatible con cualquier escritorio Linux.

Pero un escritorio informático sería bastante pobre si simplemente proporcionase estas tareas de edición. Volvamos al ejemplo de la "lista de gastos". Puede ser que haya un error en una de las cifras. Supongamos que el documento con la compra del supermercado está mal, y que falta un envase de detergente con un coste de 500 pts; el total deberá ser 3000 pts. Así que editamos el documento, añadimos la partida del detergente y guardamos.

Es interesante que el escritorio tenga la posibilidad de actualizar dicho cambio de forma automática para que no necesitemos recordar que esa cifra ha cambiado. Es lo que suele llamarse "vinculación": el origen del dato no sólo es externo a un documento, sino que pertenece a otro y, por lo tanto, es susceptible de ser modificado.

Vinculando un logo en una versión de OpenOffice
Un documento con logo. Si se modifica el logotipo, el documento actualizará dicha modificación.
Hay muchas formas de implementar todo esto. Un escritorio debería tener al menos una de ellas (digamos OLE2, la de Microsoft), si bien puede tener otros mecanismos para hacer lo mismo. Lo mismo puede decirse de las acciones que realizan tales tareas. Por ejemplo, arrastrar un lanzador de una aplicación a un área adecuada puede tener el efecto de crear un nuevo lanzador (típico para los menús de "favoritos"), mientras que en otros casos puede ejecutar la aplicación. Si bien lo cierto es que la mayoría de escritorios pueden ser utilizados de forma similar, es mejor comenzar por comprobar que todo esto funciona como se espera, bien sea con la documentación de turno, bien con el método tradicional de "prueba y error".

Bien, en la siguiente entrega hablaremos de iconos, lanzadores y accesos directos, que es al fin y al cabo cómo utilizamos un escritorio. Y finalizaremos con una entrega más técnica.

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